Ayúdame a catalizar mi transformación. Ayúdame a ser más luminosa,
a purificar mi templo de sabiduría
y a mantener el fuego sagrado siempre encendido en mi interior.
Enséñame a consagrar mi vida a una continua ceremonia al sagrado vivir.
Enséñame a curar mis heridas,
para así curar
las heridas de la Madre Tierra y sus hijos.
Enséñame a trabajar armoniosamente con las cuatro direcciones
y con los cuatro elementos de la Naturaleza
y a hablar con los guardianes de la Tierra.
y utilizar sus poderes para canalizar y transformar energía.
Ayúdame a escoger las Lunas correctas para iniciar cada fase de mi vida.
Enséñame a cantar con los pájaros y los ángeles
convirtiéndome en guardiana de la felicidad.
Transmuta en mi cualquier melancolía, dolor o sufrimiento
mediante el fuego divino de la alegría encendida en mi corazón
quemando todas las impurezas en el incienso de la humildad.
Enseñame a hablar con las plantas sagradas y a conectarme con su poder,
a leer e interpretar en la naturaleza las respuestas y señales
que vienen en mi ayuda como un gran oráculo sagrado.
Enséñame a ser reverente y a consagrar en todo instante cada cosa y cada acto al Ser divino. Enséñame a vestir ropas de pureza, desprendiéndome de lo innecesario,
revelando la verdadera esencia de mi ser.
Ayúdame a convertir mis ojos en poderosos canales de curación, protección, ternura y comprensión, aprendiendo a comunicarme a través del lenguaje de la luz.
Enséñame a articular cada palabra con poder para condensar en la tierra la armonía y el amor.
Enséñame a ser simple.
¡Ayúdame a transformar mi cuerpo en flor!
Carta a la sacerdotisa interior.
Del libro “El Despertar de la Guerrera”
Chamalú
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