Desde tiempos remotos el cristal de cuarzo ha formado parte del aspecto sagrado del hombre, se sabe que los cristales de cuarzo formaban parte de rituales cotidianos y extraordinarios de la vida en civilizaciones pasadas y que, por la distancia, nada conocian las unas de las otras.
Los indios de Norteamerica empleaban cristales de cuarzo para cortar el cordón umbilical del recién nacido, también lo empleaban como medicina en su búsqueda de visión, lo disponían en sus rituales de enterramiento.
Los indios de Centro y Sudamérica consideraban lugares sagrados a los sitios donde habia cuarzos y realizaban alli sus ceremonias y plegarias para armonizarse con la Madre Tierra.
Para los monjes del Tibet el cuarzo era un regalo de la Madre Tierra que les aportaba iluminación y conexión con el Cosmos.
Dentro de la medicina chamánica, en todas partes del mundo, se considera que es "Medicina" todo lo que viene de la Madre Tierra y nos sirve para recuperar la salud.
De alguna manera, siempre se ha sabido que el cuarzo emite una vibración que otorga una influencia protectora, armonizadora, sanadora.
Ahora sabemos que, los iones que pasan a través de su estructura molecular son capaces de ir neutralizando energias de baja vibración que perjudican nuestro equilibrio energético y que reparan nuestro campo áurico, al permitir que la energia de nuestros centros vitales o chakras, fluya de forma armónica.
