Y a mis ojos llega una nueva melodía... instancia eterna de una voz que me susurra y me llena de color
por ahora caminaré en lo impreciso sin sentirme desconfiada.
Tentaré las inocencias y crearé los lazos invisibles
Llenar los espacios de la nada…
Retomar senderos que hace tiempo están perdidos.
Encontrar un día perfecto para caminar y escuchar los rumores de estrellas, que sospecho, aún murmuran en mis oídos.
Mi corazón llamó los rastros y se sentó en un lugar desierto,
entonces pensé en quitármelo, en arrancármelo y dejarlo olvidado en alguna calle enmarañada y desconocida que a veces recorro en sueños...
Me perdí en senderos y recuperé los horizontes mientras llegará una ventana que permitiera entrar de nuevo
locura virtual en el azul de este espacio…
Volví a sus destellos, la eternidad me llevaba en los instantes, la casualidad (o la causalidad) volvía a sus adentros.
Llévame… le grité a la noche
y ella comenzó a llamarme en su lengua extraña
No era raro que acudiera a sus llamados.
Me esperaba ella y no fui capaz de esconderme ni escaparme
Sus pasos me encerraban y se devolvían en mis pasos
La redundancia cíclica aún genera estragos
Saliste una vez y no vas a regresar.
Sale a vagar por estos pasos una vez más…
Sumergida en la noche tendrás que caminar.
De un momento a otro me nacen las ganas de escribir, sin puntos fijos ni finales... Sin intención de explicar los cabos sueltos, sólo tentarse en los misterios y girar en torno a ellos, volándole los sueños a la nada en un espacio atemporal de mi mente envuelta en savia ajena
miércoles, 5 de agosto de 2009
De mi luz
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